Inberbe Innato

Imberbe Innato

Se considera a sí mismo como un especialista en el arte de observar. Pero ocurre que en realidad no mira más que su propia inseguridad y falta de auto-aceptación, pero él no lo sabe, como tampoco sabe que sus propias observaciones intelectualoides y tortuosas lejos de acercarse a la complejidad de la realidad que lo circunda son el producto de una miopía incurable. Cree que disfruta ir al cine, leer libros, observar cuadros, asistir al circo y a los museos, pero en realidad lo que verdaderamente disfruta es de la posición pasiva que le autoriza la expectación. Cree, también equivocadamente, que el tener cuatro ojos le brinda sagacidad a su visión, pero sucede justamente lo contrario, ya que la naturaleza bajo la ley de la compensación de las falencias le brindó el doble de retina para que al menos capte algo de la realidad. Pero la naturaleza no puede obrar milagros.
Lo que más le gusta de la actividad sexual es observarla. Gasta grandes fortunas en pornografía de la más variada, y si llegara a ganar dinero extra en alguna lotería lo destina completamente al voyerismo. Sobresaliendo la construcción de túneles y alcantarillas y respiraderos falsos que le permita acceder a los baños de todo el vecindario sin ser descubierto. Podría suponerse que sus mejores amigos serían los exhibicionistas pero ocurre que al ser descubiertos en su voyerismo, los Imberbes Innatos no sólo pierden todo placer sino que caen en un estado de confusión y vacuidad insoportables.
Es capaz de estar sentado por horas hablando de cualquier tema con cualquier persona, pero siempre intentando hacer observaciones inteligentes. Logra engañar a los más ingenuos que él, pero siempre cae bajo el propio peso de su propia irrealidad. Muy pocos saben que no ven casi nada ya que tantos adornos a su manera de hablar pinta de inteligente las observaciones más estúpidas. Por ello es que son muy buenos críticos de arte, política y deportes, y es en lo que la mayoría de las veces se los encuentra trabajando. También es común encontrarlos como profesores de filosofía o disertadores de las más variadas temáticas.
Su principal hobie es juntar estrellas de cualquier tipo o cualquier cosa que tenga su forma. Su psicoanalista sostiene que esta compulsión se debe a una forma de sublimación de un complejo de baja auto-estima ya que le recuerda los premios, en forma de estrella, que su maestra otorgaba a los mejores alumnos, que dicho sea de paso, nunca recibió. Quizás coleccionándolas de adulto podrá cambiar un pasado de extrema auto-exclusión, pero mientras eso ocurra busca desesperadamente la aceptación y aprobación de los demás.